Todo surgió de una manera improvisada, dijeron que nos iban a dar una sorpresa y que no entraramos a comer hasta que nos avisaran. Allí se respiraba ajetreo, movimiento e ilusión.
Dejo las fotos que quizás no son nada impresionantes (como tampoco son las mías) pero estos detalles están preparados por tres niños entre 6 y 10 años, con su imaginación e improvisación y que, como decía al principio, van cogiendo el gusto a los pequeños detalles que hacen que las cosas sean más bonitas.
Esto que aparece colgado en realidad es un dragón que utilizaron como "adorno colgante".
Esta fue la presentación de la fruta, la denominaron "flores" y son gajos de mandarina con alcaparras en el centro (extraña mezcla).
Felíz fin de semana.
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