Este pequeño municipio destila encanto por cada rincón, además de estar en un enclave privilegiado rodeado de montañas . Nosotros nos hemos perdido por sus calles y jardines recientemente, en familia (¡vamos los 6!) y de escapada sin "angelitos".
Os cuento algunas cosas.
A nivel de alojamiento hay una amplia oferta, desde el Parador Nacional hasta hoteles con mucho encanto como casas rurales en la zona. La oferta gastronómica es amplia y variada.
Merece la pena visitar el Palacio Real mandado construir por Felipe V, que además al ser un bien integrado en Patrimonio Nacional las familias numerosas entramos de forma gratuita.
Lo mismo ocurre con sus Jardines y sus 26 fuentes, que resultan impresionantes ver en funcionamiento. Las imágenes hablan por sí mismas...
¡Cuidado con ponerse muy cerca que las fuentes sorprenden!.
Precioso también el Laberinto y el estanque del Mar.
Casa de la Góndola y la Piscifactoría |
Vista desde un banco |
Tronco de árbol centenario tomada desde abajo |
Recomendable hacer una visita a la Real Fábrica de Cristales donde se puede disfrutar de su museo y ver como se hacen objetos de cristal mediante la técnica del soplado. Impresiona ver como manejan el vidrio incandescente y le dan forma.
Finalmente, hay que perderse por sus calles y disfrutar de los detalles como la explicacion de los nombre que tienen las calles.
Me dejo muchas cosas como la Real Colegiata, Iglesias, alrededores como Valsaín y una larga lista de sitios para descubrir y disfrutar.
Pues nada, visita a La Granja toca.
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